La Unión Europea investigará a Apple y a las cinco grandes editoriales del mundo del libro, por un posible pacto de precio en el costo de los libros digitales. ¿Debemos seguir afiliados de por vida a los precios de los libros de papel? ¿Debemos consentir los abusos de determinadas editoriales? Parece que para la Unión Europea, todo debe seguir tal y como está.
¿Qué pasa cuando el mercado avanza más rápido que las leyes que lo regulan? Pues que nos encontramos con situaciones un tanto extrañas. Algo así ha podido pasar con la inesperada (aunque con algún precedente, como os explicaremos más adelante) decisión de la Unión Europea de investigar un supuesto pacto por Apple y las principales editoriales del mundo del libro.
La Unión Europea alega pactos de precios entre Apple y estos grupos editoriales (Harper Collins, Simon & Schuster, Verlagsruppe George von Holzbinck, Penguin y Hachette Livre) con el objetivo de dificultar la competencia y el libre mercado. Conforme a las leyes de la unión y la zona económica europea, dichos pactos habrían vulnerado la tipificación y las normas específicas referentes al mercado y a la competencia libre (irónico eso de regular la competencia libre, ¿verdad?), con lo que Apple y demás implicados, podrían comparecer ante los tribunales durante el proceso. Según alega dicha comisión, Apple podría haber engordado los precios hasta ciertos límites, haciéndolos artificialmente insostenibles para los usuarios y los consumidores.
No es la primera vez que Apple se encuentra en una situación así. En Estados Unidos, ya se le abrió un proceso similar al rebajar hasta un porcentaje irrisorio cientos de miles de libros dentro de su tienda y plataforma digital, la iBook Store. Según se alegó en aquél momento, dicha maniobra tenía, como claro objetivo «dificultar la competencia de tiendas y plataformas rivales».
El mercado y las tendencias, avanzan hasta lugares y situaciones que hasta ahora no se sospechaban. Apple, al igual que muchas editoriales extranjeras, buscan una nueva salida y un nuevo nicho para atraer a los consumidores, que en cierta medida, reclaman precios más competitivos e interesantes. La Unión Europea, con este tipo de medidas e investigaciones, pueden posponer el despegue de una industria que está comenzando a gozar de una popularidad entre el gran público inusitada. ¿Habéis visto la proliferación de los libros electrónicos y los tablets en nuestro país? Apple, al igual que Amazon, Casa del Libro o Fnac, han comenzado con fuerza y competitividad a mostrar sus opciones, precios y características. ¿Pondrá la UE trabas también a ellos? ¿O preferirán controlar los precios de los libros electrónicos de manera artificial y arbitraria?
Curiosamente, en nuestro país, existen negocios y pactos más agresivos, abusivos e inflexibles entre las editoriales con respecto a los precios fijados de los libros de papel en los comercios tradicionales. Pero claro, de eso, nunca se dice nada.
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