Especial GTA Vice City para iOS: Vuelta a los ochenta

Cortesía de Rockstar y Take2, probamos a fondo el mítico capítulo de la saga Grand Theft Auto, relanzado en exclusiva para iOS y Android con un nuevo y adaptado control y una serie de mejoras gráficas que se añaden a los aciertos y bondades del juego original. ¿Preparados para volver a la ciudad del vicio en tu iPhone, iPad o iPod touch?

Todos guardamos pequeños y grandes recuerdos alrededor de los videojuegos. Experiencias que nos marcan. Si echamos la vista atrás, la saga de Rockstar y Take2,Grand Theft Auto, es bastante probable que sea una de las franquicias que más buenos ratos hayan ofrecido a sus jugadores y fanáticos. Todas sus entregas y adaptaciones tienen diferentes atractivos de cara al acérrimo fan, pero estamos bastante seguros de que si tuviéramos que elegir una entre la miríada de secuelas, sería la referente a las aventuras de Tommy Vercetti. Y es que Grand Theft Auto: Vice City, consiguió aunar -allá por 2003- todos los logros del ya mítico Grand Theft Auto 3, y llevarlos directamente a la época de los ochenta.

Con una buenísima ambientación, y un guión sólido como una roca -señal de identidad en la franquicia- el juego nos llevaba a conocer las interioridades de una organización criminal que planeaba expandir sus negocios por el sur de unos hipotéticos Estados Unidos, haciendo especial escala en una recreación ficticia de la ciudad de Miami. En ella, recalaremos, aceptando trabajos, encargos y misiones, escalando posiciones en la empresa y dándonos cuenta de que no somos los únicos que pelean por un pastel tan grande como la ciudad misma. En cuanto al argumento, Grand Theft Auto: Vice City, planteaba cuestiones típicas de las películas y las novelas de género -llegamos siendo un personaje cualquiera, y acabamos haciéndonos todo un hombre y un nombre dentro de los más peligrosos y variados ambientes criminales- y ahonda con maestría en temas como la fidelidad y la traición. Tiene un par de momentos míticos -heredados directamente de películas como Scarface o Uno de los nuestros- e incorpora un par de secuencias de vídeo que han pasado a la historia dentro de la saga. Puede que el tiempo no le haya sentado muy bien del todo, pero su argumento sigue siendo igual de fresco que hace diez años.

La versión para iOS, incorpora un nuevo control, basado en el original, pero adaptado a la pantalla táctil del iPhone, el iPad y el iPod touch. Al igual que Grand Theft Auto 3, este Vice City, encaja a la perfección en los dispositivos de Apple, mostrándonos unos controles homólogos fieles y exactos a los originales. Quizás este cambio resulte traumático para algunos jugadores, pero todo es cuestión de adaptarse. La interfaz es idéntica, y los botones virtuales con los que realizamos las acciones fuera -correr, robar un vehículo, disparar- y dentro de un coche o vehículo -acelerar, derrapar, frenar- unidos al joystick virtual, responden muy bien.

La estructura del juego es de sobra conocida. Rockstar Games quizás no fue la inventora del género sandbox, pero sí es cierto que fue la que lo popularizó entre el gran público. En los Grand Theft Auto siempre hemos tenido cierta libertad para vagar, andar y conducir por donde se nos plazca dentro de la ciudad en la que nos encontrábamos, realizando acciones variadas -algunas no exentas de cierta polémica-, y en Vice City lo volveremos a hacer. Podemos deambular por el mapeado -que al principio no está desbloqueado al completo-, realizar misiones y encargos e ir obteniendo dinero, nuevas armas y vehículos -algunos propios de las misiones, otros ocultos- y nuevas casas y locales que comprar, disfrutar y gestionar. Las misiones suelen ser variadas –ve a tal punto, asesina o escolta a tal persona y vuelve sano y salvo– y salvo contadas excepciones, no nos resultarán demasiado difíciles de realizar o superar. En todo momento tenemos muy claro a donde tenemos que ir -se nos marca en el mapa- y se nos repetirá constantemente cual es el objetivo prioritario. Podemos morir en el intento -con la consiguiente pérdida de dinero, armas y demás inventario que llevemos encima- pero siempre, si se nos atraganta alguna misión, tenemos la posibilidad de intentarlo de nuevo. Si por el contrario, nos aburrimos siguiendo la historia principal -unas diez horas de juego más o menos-, podemos realizar encargos y objetivos secundarios, así como descubrir saltos ocultos y objetos esparcidos por toda la ciudad. En su momento, Vice City apuntaló una nueva fórmula dentro de la saga Grand Theft Auto que, salvando las distancias, ha llegado prácticamente intacta -aunque potenciada- a la actualidad.

A nivel técnico, tanto visual como sonoro, Vice City sigue intacto -para bien-. Sí, se ha adaptado la resolución, y se han añadido o retocado algunas texturas -los jugadores que lo tuvieran en PlayStation 2 alucinarán con algunos de los efectos-, pero a nivel general, transmite las mismas sensaciones que hace una década. La ciudad, sus ambientes, sus luces y vehículos, así como sus gentes y transeúntes -de variada calaña y condición-, son los mismos con los que disfrutamos y alucinamos en su día. El sonido y las populares emisoras de radio están ahí, con aquellos bombazos de los ochenta y con esas canciones –La vida es una lenteja, de Radio Espantoso– originales que se han convertido en toda una seña identidad de la entrega.

Conclusiones finales

Vice City es el mismo juego que disfrutaste hace diez años, potenciado y adaptado para iOS. No hay ninguna novedad especialmente grande, y la principal diferencia, radica en el ligeramente remodelado apartado técnico -adaptado a las pantallas retina de los últimos dispositivos iOS-. El argumento sigue siendo el mismo, y el control, pese al shock inicial, funciona a la maravilla una vez nos acostumbramos a jugar con la pantalla táctil. Su precio puede ser alto para muchos usuarios, pero la cantidad de horas que nos ofrece, compensa a todas luces. No todos los días se puede jugar a una obra maestra de semejante calibre desde nuestro tablet o smartphone.

Más info: Grand Theft Auto Vice City en la App Store

Alberto González

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