Todo tiene un límite, y Apple, podría haber sobrepasado el suyo. Y es que desde Cupertino, ya habrían comenzado a tomar medidas legales contra los repositorios de apariciones pirateadas y compatibles con el jailbreak de sus dispositivos. ¿Dónde termina la libertad del usuario? ¿Dónde comienza la ilegalidad?
En Apple ya habrían comenzado a trazar una línea en contra del pirateo de sus dispositivos que podría causar a más de uno un serio dolor de cabeza. El jailbreak, el método de modificación propia y personalización de dispositivos iOS por parte de los usuarios, estaría en el punto de mira de Apple por culpa del pirateo de las aplicaciones.
Y es que, aunque este sistema brinda opciones y características únicas a los que lo tienen, también es cierto que abre las posibilidades del más absoluto abuso en cuanto a la instalación de aplicaciones de forma gratuita. Apple se ha cansado de la situación, y ha empezado a entablar acciones legales contra los repositorios y sistemas que ofertan paquetes de aplicaciones pirateadas para iOS.
El primero de ellos en recibir la presión de Apple habría sido Apptrackr, uno de los repositorios de aplicaciones piratas más usados por los usuarios del jailbreak. Los responsables de Apptrackr habrían encontrado una solución provisional, alojándose en servidores que funcionan en otros países (con el coste adicional que ello le supone). Pero eso sí, de momento, han evitado el cese y desistimiento pedido por Apple. Los usuarios se habrían enterado de la presión legal de Apple mediante Installous, otra de las aplicaciones y repositorios habituales en Cydia.
En Cupertino podrían haber comenzado una guerra larga y duradera contra la piratería. Todos conocemos sus medidas por frenar la piratería en sus más variadas formas, y esto podría ser la primera bala de un intenso enfrentamiento entre aquellos que defienden la autoría y el negocio alrededor de sus dispositivos, y los usuarios que reclaman su libertad adquirida tras pagar por el dispositivo en cuestión.
Fuente: Cult of Mac (inglés)