[Dos en un garaje] Apple, el salón y la televisión: la última frontera

Apple, como empresa, siempre está buscando nuevos horizontes donde plasmar sus maravillosas ideas. Lugares y nichos comerciales donde dejar constancia de su valor como compañía innovadora. Desde hace algún tiempo, estas miradas parecen dirigirse hacia un lugar en concreto: el salón o la sala de estar. ¿Llegará Apple y su televisor antes de lo que esperamos? ¿Revolucionará dicho sector?

Los grandes conquistadores, a lo largo de la historia, siempre han tenido una clara obsesión: expandir las fronteras; llegar más lejos que ningún otro. Dejando a un lado las evidentes recompensas en forma de fama o importancia histórica, estas iluminadas y valientes figuras, veían y exploraban territorios que se presuponían, pero que, por una razón un otra, no se habían confirmado ni constatado anteriormente. Estos terrenos, que antaño bien podrían ser continentes, islas o regiones, ahora son mercados. Mercados con millones de consumidores, clientes o usuarios, que esperan un producto o un idea, que les haga ver nuevos horizontes. Nuevas fronteras.

  • Un mercado fragmentado y complicado de entender

En este pequeño macrocosmos de las nuevas tecnologías, las diferentes empresas que compiten en el sector, buscan novedosas soluciones a problemas y hábitos del pasado. Apple siempre se ha caracterizado por diseñar productos a la medida de sus usuarios. Por reinventar sistemas, productos y elementos, que ya dábamos por pedidos, por usuales y corrientes. Aunque es indudable que su andadura comenzó alrededor de la computación personal y la informática (cambiándonos para siempre la visión que teníamos sobre la relación entre ordenador y usuario), lo cierto es que el nivel de empuje e innovación en los últimos años, es algo desmedido. Apple, en los últimos diez años, ha cambiado, revitalizado y modificado con sus productos e ideas, varias industrias que se acercaban paulatinamente al precipicio. Ya estemos hablando del iPod y la industria musical, o del iPhone y la de las telecomunicaciones, o del iPad y la de su recién creado mercado de las tablets (principal baluarte de la era Post-PC en la que vivimos actualmente), Apple ha sabido enfocarse, adaptarse y ver lo que muchos otros, solo intuían e imaginaban.

Los conquistadores de Cupertino, en los últimos meses, y sobre todo a raíz de unos comentarios del fallecido Steve Jobs en la biografía oficial de Walter Isaacson, podrían estar preparando el asalto a la última frontera que les puede quedar por conquistar en el mundo de la electrónica de consumo: la sala del estar. Y todo ello, bajo el prisma de un elemento tan común, como poco respetado y cuidado: el televisor. La empresa de la manzana, siempre ha intentado trasladar su vívida experiencia multimedia al televisor. El Apple TV, es una muestra de ello. Este pequeño aparatito, un centro multimedia reducido, sirve para trasladar todo el contenido de nuestro iTunes o dispositivo iOS, al televisor sin necesidad de cables. La idea es buena, y aunque el Apple TV ha gozado de bastante éxito (sobre todo a raíz de sus últimas revisiones), Apple ha seguido sin tomárselo demasiado en serio. Digamos que, de una forma u otra, les ha servido para conseguir experiencia. Para prepararse para dar el salto a la verdadera misión.

Actualmente, el televisor sigue manteniendo una posición predominante en la gran mayoría de las casas. Su importancia, aunque dañada por la falta de contenidos, sigue siendo vital en el entretenimiento de millones de familias y usuarios. El auge del cine en casa, y de la navegación por internet mediante estos dispositivos, así como de la aparición de completos sistemas denominados Smart TV, están volviendo a convertir al anciano televisor, en algo más que una caja tonta. Esto, que en la teoría suena bien, y parece augurar una buena década para el sector, en la práctica, es todo un caos para el consumidor. ¿Habéis probado a mirar por las interminables características técnicas de cada uno de ellos? Cada compañía tiene su propio sistema, que vende como único, especial y mejor que el de la competencia. El consumidor entonces se ve abocado a elegir entre una maraña de ofertas, sin tener prácticamente idea, de las posibilidades de su elección, así como de sus agravantes en comparación con las de las opciones que ha rechazado.

Pero el verdadero problema, viene cuando este hipotético cliente, llega a su casa e instala su nuevo y flamante televisor. ¿Qué significa esta tecla? ¿Qué quiere decir este mando? ¿Leerá o no este archivo de vídeo? ¿Puedo usar mi ordenador o tablet como emisor de contenido? Y es que, conforme el mercado del televisor se especializa, también, tal y como decía Steve Jobs, «se fragmenta». Apple, siempre suele trabajar en términos reduccionistas. Su idea de simplificar funciona, ha funcionado y funcionará, en aquellos mercados donde las prestaciones, las características o la potencia, han sobrepasado a las posibilidades y las facilidades de uso por el consumidor. ¿Creéis que gran parte de las personas que actualmente compran un televisor de alta definición saben qué posibilidades atesora su equipo? ¿Pensáis que son capaces de entender los complejos mandos a distancias que se venden junto a los televisores de pantalla plana?

No hace falta explicar demasiado.

Steve Jobs aseguró dar en la tecla al respecto. El televisor de Apple tiene la misión de volver a reiniciar un estatus, que parece un verdadero galimatías de fabricantes, diseños y versiones. Su misión es compleja, y quizás no sería fructífera o exitosa si no se tuvieran precedentes que lo avalasen. Solo tenemos que mirar alrededor nuestra. El mercado tiene decenas de dispositivos iOS, como iPad, iPhone o iPod touch, que demuestran que hay un público que busca productos fáciles de entender, sencillos de utilizar y versátiles. Y a todo ello, súmale la creciente demanda de equipos con OS X Lion, un sistema operativo que aunque está dando sus primeros pasos, parece destinado a democratizar la informática a pasos agigantados. ¿Se puede traspasar esta filosofía al mundo de las televisiones? Creemos que sí. Siendo pragmáticos, diríamos que solo es cuestión de unir las piezas que se tienen por separado, y mostrarlas en el interior de un televisor.

  • El ecosistema de Apple: iOS, iCloud y iTunes en el televisor

El supuesto iTV, será algo más que un simple televisor de diseño exquisito galardonado con una manzana como reclamo. Será un emisor y receptor de contenidos, que podrá pivotar alrededor de los grandes entramados multimedia que tiene Apple en la actualidad: iTunes, iOS e iCloud. El primero, es sin lugar a dudas, una de las partes de centrales de este proyecto. Sin ir más lejos Jeff Robbin, el responsable de iTunes desde su nacimiento, podría estar involucrado en el diseño de una interfaz y una experiencia idéntica para el televisor propio de Apple. Robbin tendría que simplificar opciones, haciéndolas llamativas, claras y fáciles de entender, para cualquier usuario. La red de contenidos multimedia es una pieza clave, y ahora, potenciadas con la sincronización de iCloud, aún más atractiva. La necesidad real de traspasar una experiencia rica y práctica de navegación es algo esencial, y Robbin ya lo consiguió en su momento, aplicando la filosofía propia de Apple. iTunes en su día, un programa con sus pros y sus contras, consiguió reducir esos kilométricos reproductores de música a algo mucho más sencillo. Pero casi con total seguridad, el núcleo a nivel de software, sea iOS.

Otro de los puntales básicos de la experiencia que Apple podría impregnar en su iTV, para hacerla comprensible y exportable a todo tipo de público sería iOS. iOS es el sistema operativo más popular de Apple en toda su historia. Millones de usuarios de iPad, iPhone o iPod touch, lo corroboran. Los clientes y usuarios que usan iOS a diario, se desenvuelven alrededor de unas pantallas y unas interfaces tan visuales y atractivas, como fáciles de comprender. Solo tenéis que ver los primeros pasos de una persona que jamás lo haya usado con anterioridad. A los pocos minutos, sabrán gracias a unos iconos claros, y a unas directrices muy básicas, moverse por el sistema, instalar aplicaciones, realizar llamadas, enviar mensajes, navegar por la web o hacer fotografías. Probad a hacer esto en un televisor LG sin conocimiento previo. Casi una misión imposible destinado al ensayo y el error.

 “Nos olvidaremos de complejos sistemas DVD y complicados mandos a distancia. Será la interfaz de usuario más simple que puedas imaginar.” Steve Jobs

 La utilización de iOS como base para un televisor de Apple, es poco menos que obvia. Todos conocemos como funcionan los dispositivos que hacen uso de este sistema operativo, y la idea de un televisor con iOS como base, es muy atractiva. Pero hay que tened en cuenta una cosa: no podemos depender de una interfaz táctil como en el iPad o el iPhone. Obviamente, el televisor, no podrá tener como base de su experiencia de uso y respuesta, un panel táctil. No sería práctico o útil. Y la utilización de un mando a distancia, lleno de teclas o botones de plástico, no cuadraría con el concepto de «accesibilidad» que quieren vender desde Cupertino. Así pues, nos encontramos con una pregunta. ¿Dónde estará entonces la herramienta que hará que interactuémos con nuestro televisor? Muy fácil. La tenéis muchos entre vuestras manos: iPad, iPhone o iPod touch (y probablemente, Mac).

Estos sistemas, harían las veces de mando a distancia y controlador parcial del nuevo televisor, tal y como se hace ahora con el Apple TV. Cierto es, no obstante, que el Apple Remote tiene unas funciones básicas, pero estamos hablando de que la verdadera experiencia se basará en estos dispositivos. A diferencia de la propuesta de Kinect de Microsoft (Xbox 360) y los gestos físicos, con Apple trabajaremos utilizando nuestra tablet, con nuestro smartphone, traspasando contenidos y mostrándonos en la pantalla grande de la sala de estar. Esto obligará a introducir una serie de requisitos técnicos internos a nivel de hardware, con lo que no nos extrañaría en absoluto que este posible televisor por parte de Apple, tuviera un interesante compendio de los más recientes avances a nivel de computación, como la utilización del A5 o un procesador similar, que facilitaría el tráfico de información, la hipotética instalación de aplicaciones dentro de la televisión o la sincronización a través de iCloud para nuestras series y películas.

Pero quizás, el mayor atractivo, más allá del diseño que pueda otorgar Jonny Ive, o las posibilidades técnicas a nivel de software que puedan otorgar iOS o iCloud, sea el uso de una interfaz por voz.

  • Siri y el poder de la voz: adiós al mando a distancia

Hace cuatro meses, nadie conocía (o casi nadie) las posibilidades de una interfaz guiada por voz en un producto de Apple. Voice Control era demasiado tosco y muy poco útil, y muchos despreciábamos la idea. Hasta que llegó Siri. Su irrupción a través del iPhone 4S, y su popularidad ha sido tal, que se ha convertido en el principal reclamo y la principal características del nuevo teléfono de Apple.  Ya hablamos en esta sección de los posibles usos en un futuro a corto o medio plazo del asistente de voz, así que no nos extenderemos demasiado y nos centraremos en sus posibilidades como interfaz en el mundo de la televisión que podría vendernos Apple. ¿Os imagináis consultar el tiempo, la programación o la sipnosis de una película a golpe de dicción? Pues esta, en concreto, podría ser la clave o el as en la manga que guardaría Apple para darle un toque de distinción a su producto. El uso de nuestra voz, está siendo determinante en la democratización y la erradicación del mando a distancia. Y de hecho, ya está pasando. Como hemos citado anteriormente, Kinect está convirtiéndose en una especie de banco de pruebas para Microsoft, y por lógica, para muchas compañías, que ven como una interfaz clara y el uso de la voz, pueden ayudar a borrar esas barreras que suponen los complejos sistemas operativos y mandos a distancias de los televisores. Kinect actualmente nos permite hablarle directamente al televisor, hacer que se encienda la consola o permitirnos ver una película sin tener que acudir al mando del DVD o el Blu-ray. La experiencia es muy agradable, pero no dudamos de que en Apple, podrán hacerla aún más directa, ya que no olvidemos, que para utilizar Kinect al máximo, necesitamos al menos de una consola Xbox 360. Y eso, a día de hoy, sigue siendo «complicar un poco» las cosas.

  • Crónica de una emisión anunciada

No hay dudas, de que más tarde o más temprano (los últimos rumores apuntan al 2012 como fecha de lanzamiento o presentación del iTV), nos encontraremos con la última pieza del ecosistema de la manzana. Es una secuencia lógica, un eslabón que cerraría el círculo empezado por Apple hace unos años. Apple lo tiene todo para conquistar la última frontera que le queda. Ya ha tenido éxito en los más diversos campos, como la informática, la industria musical o las telecomunicaciones. Lo tienen todo: contenidos (iTunes), internet y sincronización (iCloud) y dispositivos compatibles en los que han demostrado su experiencia al respecto (iOS). La irrupción de un televisor fabricado o diseñado por ellos mismos (y donde Sharp podría tener algo que ver), podría volver a repetir la historia. Y esta vez, la revolución será televisada.

Alberto González

 

5 pensamientos en “[Dos en un garaje] Apple, el salón y la televisión: la última frontera

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  2. Me parce genial la idea de revolucionar la tv con la nuevo itv
    Siempre he creído y de eso estoy seguro k Apple
    Sigue y seguirá Trayendonoa grandes cambios revolucionando
    Lo k es Tecnologia

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