[Dos en un garaje] ¿Es necesaria una reforma en iTunes?

Con el paso del tiempo, muchas veces nos damos cuenta de que, aquello que nos parecía perfecto o ideal, no lo es tanto. Apple sorprendió a propios y extraños con el lanzamiento del primer iTunes y el primer iPod hace una década, revolucionando los gestores musicales y el mercado discográfico. Apple cambió el mundo. Ahora, el mundo debe cambiar Apple.

¡iTunes ha cumplido diez años! Para Apple, iTunes ha sido un gran ejemplo y un espejo en el que mirarse. Pese a lo que muchos digan, el reproductor y gestor musical ha conseguido que miles de usuarios disfruten escuchando, comprando y disfrutando la música como nunca antes lo habían hecho. Ha logrado que miles de personas se adentrasen en el mundo de la informática de la mano de los chicos de la manzana, probando por primera vez las clásicas interfaces, menús y opciones tan bien diseñadas y propias de Apple. Es cierto que iTunes no es perfecto (como casi nada lo es), pero es la base propiamente dicha del programa, lo que lo convierte en el mito tecnológico que es hoy en día.

iTunes es un gran gestor musical, al que mucha gente no le da la debida oportunidad. Gracias al programa, podemos tener ordenadas nuestras canciones, ya sea por artistas, grupos, o género, con las portadas o años. Pero no todo el mundo lo intenta. Teniendo una cuenta de Apple (una Apple ID) podemos conseguir toda esa información con un simple click, lo cuál es de agradecer. Por si fuera poco, iTunes nos reserva una gran cantidad de opciones a la hora de catalogar y escuchar nuestra biblioteca musical, como un ecualizador bastante completo, y la posibilidad de controlar todo nuestros archivos de forma remota gracias a nuestro iPhone o iPad y la aplicación Remote. Realmente, sí le damos tiempo a su “compleja” y “fría” cara, iTunes podría convertirse en el centro multimedia perfecto de cualquier aficionado al cine o la música. Pero iTunes es muchísimo más que un reproductor.

Con el lanzamiento de la iTunes Store, Apple dio un paso de gigante. Unificó a decenas de artistas, grupos y discográficas, bajo el sello de internet. En una época donde la piratería  parece hasta justificable por unos cuantos adalides de la libertad (que la boca de falacias), y dónde el que compra CDs o películas en formato físico parece poco menos que un tonto, la iTunes Store ha conseguido enormes beneficios facilitando al usuario el hecho de adquirir y comprar música. Pero lo que en su día funcionó, no tiene porqué seguir haciéndolo, y Apple debe saberlo.

La iTunes Store en su momento logró abrir un nuevo modelo de negocio, el de la compra de música en formato digital de forma legal, pero los tiempos están cambiando. Apple debería saber que a la vuelta de la esquina, tenemos varias alternativas en el mismo campo, que a poco que se hagan un poco grande, le harán la competencia ofreciendo mejores opciones y contenidos. Obviamente, estoy hablando de los programas que permiten acceder a música y otros contenidos alojados en la nube mediante streaming. El streaming, tema que varias veces hemos tocado en ésta columna, es una manera de acceso a archivos de cualquier índole (principalmente audio y video), sin necesidad de ninguna descarga, simplemente con acceso a internet. Por ejemplo, Youtube es un servicio de streaming de video, y Spotify un programa de acceso a música con el mismo tipo de codificación.

Hasta la llegada de Spotify o Lala (servicio que compró Apple en su día), la música había sido objeto de tres tipos de mercado: mercado de compra física en comercios, descarga digital legal y descarga digital ilegal. Ambos habían convivido durante un tiempo, con sus más y sus menos, dándole prioridad mayor a los servicios (legales o no), volcados en internet. Con el lanzamiento de la iTunes Store, Apple consiguió que las discográficas viesen con buen negocio la distribución de sus discos y contenidos mediante internet, por lo que el miedo al medio desconocido de la red, se empezó a deshacer. Spotify irrumpió en dicho nicho de mercado, ofreciendo nuevas alternativas que hasta el momento, nadie se había planteado. El programa Spotify ofrece lo mismo que iTunes Store, escuchar nuestras canciones favoritas de una forma legal y sencilla (salvo unos cuantos artistas consagrados, The Beatles entre ellos), pero de una manera distinta: no hay que descargar nada, y ofrece servicios de escucha de música completamente gratuitos (a cambio de publicidad).

El modelo de negocio de Spotify (o Netflix) ofrece al usuario el acceso a contenidos pagando una cuota mensual. Una especie de tarifa plana. Y es hacia ese tipo de mercado, donde Apple debería enfocarse. Evolucionar, cambiar. Adaptarse. Apple tendría que renovar en cierta manera el concepto de su tienda iTunes Store, ofreciendo algún tipo de servicio similar al que ofrece el popular programa de streaming de Spotify.  Millones de canciones con la posibilidad de ser escuchadas vía web desde nuestros ordenadores y móviles. Es aquí cuando tenemos dos opciones bien diferenciadas: Apple lo acepta y adapta su tienda ofreciendo un modelo idéntico al visto en Spotify (subscripciones y tarifas mensuales sin publicidad y demás) o salta con un modelo mixto, con capacidad de escuchar la música online que haya comprado previamente. ¿Os imagináis acceder a vuestra biblioteca de una forma remota o el escuchar todo el catálogo de la iTunes desde cualquier lugar con acceso a internet y desde nuestros iPhone, iPad o iPod Touch? Sería impresionante.

Cualquiera de los dos modelos o vías de negocios, con una iTunes basada en la nube como base, serían ideales para ir adaptándose a los nuevos tiempos. Apple debe entender que el modelo de negocio actual de la industria discográfica no durará mucho, y necesita adaptar su sistema a lo que piden los usuarios. En un mundo donde cada vez más clientes tienen smartphones y teléfonos con conexión a internet, la oportunidad de llevar la música a dichos campos, es algo que cada vez se vuelve más imperioso y necesario. Sería una pena que no lo viesen desde Cupertino, pero desgraciadamente, no son ellos los que llevan la batuta en la orquesta.

Alberto González

Imagen: intomobile.com

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